sábado, 19 de enero de 2013

Joan Brossa, un referente en el arte contemporáneo

Tal día como hoy nació Joan Brossa, uno de los artistas que más me han cautivado, sobretodo en los últimos años redescubriendo su obra a través de otros artistas que colaboraron con él. 

Joan Brossa, fotografiado por Roman Ferrer / Fundació Joan Brossa
Durante las últimas semanas, Barcelona se ha visto inundada de exposiciones que de una manera u otra muestran obras de Joan Brossa. Hasta hace pocos días se podía visitar en la Galería Carles Taché una exposición que reunía una cincuentena de sus obras, entre ellas unos cuantos de sus poemas visuales, de sus objetos e instalaciones. 

Joan Brossa. El piano.

Los poemas visuales nos dan una idea de la capacidad de abstracción que tenía Brossa, de su capacidad de jugar con el lenguaje escrito y el visual, de dar un nuevo sentido a los motivos que utilizaba. 

Veo en algunos artistas contemporáneos cierta influencia, aunque no sea de manera consciente. Un ejemplo podrían ser las esculturas de Jaume Plensa, donde las letras forman la piel que da forma a una persona, como esas letras que salen de ese piano y lo inundan.

Jaume Plensa. Figurative Sculptures 9
Un caso más cercano podría ser el de Chema Madoz y su larga colección de poemas visuales, sus metáforas con objetos. Sin embargo, aunque a simple vista hay un parecido más que razonable con Brossa, al parecer Madoz desconocía su obra ya que la vió por primera vez en 1991 en una antológica dedicada a éste en el Reina Sofía. A su vez Brossa también desconocía la obra de Madoz, sin embargo cuando vió el libro de Madoz de poemas visuales, quiso conocerlo, fruto de ese encuentro fue el fotopoemario publicado por La Fabrica hace unos años.
Joan Brossa. El empleado. 1989

Chema Madoz.
Pero siguiendo con las exposiciones que muestran obras de Brossa actualmente tenemos la que se puede ver en La Virreina Centre la Imatge dedicada al último miembro vivo del grupo Dau al Set, Arnau Puig.

En ella veremos algunos de los poemas visuales, como el de la raíz cuadrada de 2, el primer número irracional o el del número Pi. Esta es una muestra de lo que atraía al grupo Dau al Set, precísamente aquellas cuestiones que no se podían concretar, aquello que no se puede normalizar, que dependen en gran medida del azar, de ahí también Dau (dado) al Set (siete), el siete, un valor que dificilmente veremos como resultado de lanzar un dado.

Todo esto lo explica muy bien Arnau Puig en el documental que se proyecta en la exposición, vale la pena escucharlo explicando en primera persona sus experiencias.


También podemos ver estos días la contribución de Brossa al mundo del cine en la Fundació Tàpies, con su participación en el guión de Nocturno 29, la película experimental de Pere Portabella, en la que también se puede ver a Antoni Tàpies, Antonio Saura y Joan Ponç como actores y a Carles Santos al piano tocando melodías de Josep María Mestres Quadreny.



En el sentido de la idea que comentaba de la imposibilidad de concretar el valor de Pi, algo que se antoja infinito podemos disrutar de las melodías de Josep Maria Mestres Quadreny, una música que no tiene fin, que puede reproducirse cíclicamente sin advertirlo el oyente, como ejemplo su Aronada, una partitura circular que permite saltos hacia dentro y hacia fuera, dando infinitas combinaciones de manera que la melodía no acaba, no tiene fin, como el número Pi.

Josep Maria Mestres Quadreny. Aronada
La última exposición que podemos ver dedicada a Brossa es la que se puede visitar en La Seca Espai Brossa con el título "Escolteu aquest silenci" (escuchad este silencio). Una muestra comisariada por Gloria Bordons y que toma como título uno de los poemas del libro "El Saltamartí", tiene un gran número de poemas, objetos y la instalación "El planeta de la virtud" que está en la línea de los artistas surrealistas.

Imagen de la sala de exposiciones en La Seca. Foto: Quim Puig. El Punt Avui.
Os recomiendo la obra de Brossa, es plenamente actual y muy inspiradora para cualquiera de las disciplinas artísticas a la que os dediquéis, una prueba de ello, o quizás habría que hablar con su autor, es una imagen que ví recientemente, obra de Israel Ariño de su serie "Terra incognita" que guarda cierto parecido con uno de los poemas visuales de Brossa.


Tenéis más información sobre Brossa en la página web de la Fundació Joan Brossa, que dispone tambien de una página en facebook.

viernes, 5 de octubre de 2012

La relación entre pintura y fotografía

En la Galería Trama de Barcelona se puede ver 8+1, una exposición que juega con las resonancias entre ocho obras pictóricas y una cinematográfica, sobre como ámbas artes representan el paso del tiempo a través de los rastros. 

Obra cinematográfica y pictórica en la Galería Trama
En dicha exposición se puede ver la película experimental sin guión previo "Aita" de José María de Orbe junto a pinturas de Julio Vaquero o Gonzalo Sicre, entre otros artistas. De Gonzalo Sicre ya hemos hablado en estre blog, sobre sus imágenes que guardan similitudes con algunas imágenes de José Manuel Navia por lo poético y con "Milk" de Jeff Wall por su contenido conceptual.

El asunto es que hoy con motivo de la exposición se ha realizado un coloquio en el que participaban Juan Bufill, Julio Vaquero, José María de Orbe y Luis Miñarro, director y productor respectivamente de la película. 


El coloquio ha sido conducido por Joan Anton Maragall, director de la galería. Entre el público se encontraban otros artistas que tambien exponen, entre ellos Jordi Fulla, quien por cierto tiene una obra muy interesante, y que ha intervenido en alguna ocasión.

Y su intervención me ha llamado la atención, pues ha lanzado una opinión taxativa acerca de la relación entre pintura y fotografía. Para él no existe ninguna relación entre ambas disciplinas, si acaso la pintura se acerca al cine, por la duración del proceso creativo. Él lo enfoca, por tanto, desde el punto de vista del proceso creativo. Enseguida, un muy rápido Juan Bufill ha añadido que no se puede generalizar de esta manera y ha puesto como ejemplo la obra de Manel Esclusa, un proceso absolutamente creativo. Una intervención, la de Bufill, muy acertada pues la fotografía es muy extensa, demasiado poliédrica como para generalizar.
 
De la intervención de Jordi Fulla me quedo con la compararación de las dos disciplinas desde el punto de vista del proceso creativo, no quedándonos sólo en el aspecto final de la obra, sin embargo creo que existe desconocimiento por parte de muchos del proceso creativo en fotografía añadiendo si acaso que tampoco el producto final de ambos procesos no es tan fácilmente comparable y me refiero también a los formatos en que se materializan ambas obras.

Comparar "una" fotografía con "una" pintura es en pocos casos válido, y las comillas están puestas con todo el sentido. Pocos autores trabajan la fotografía desde el punto de vista de la creación del clásico "tableau", uno de ellos sin duda es Jeff Wall. Muchas de sus fotografías son realizadas siguiendo un proceso semejante a la pintura, con numerosos bocetos y largos períodos de tiempo en su creación, buscando sus modelos y realizando la composición final tras muchas pruebas. Es curioso que en su caso el formato utilizado hasta hace poco fuera la caja de luz, clara alusión a la proyección cinematográfica.

Jeff Wall. Estudio para "A Sudden Gust of Wind (after Hokusai)"
Dejando de lado igualmente este tipo de fotógrafo, el proceso creativo en fotografía no se queda en una imagen ni en varios clics de una cámara. Una cosa es lo que registra la cámara y otra lo que el fotógrafo quiere representar, debe postproducir las imágenes y ésta es una parte importante de la creación. Asimismo, todo el material de la toma debe ser procesado, ordenado, seleccionado, de manera que se cree una narrativa que encaje en unos condicionantes estéticos acordes con el discurso, es lo que llamamos la serie. Hacer una foto buena es cosa fácil, otra muy dificil es crear un cuerpo de imágenes con un sentido, esta es una de las particularidades de la fotografía frente a otras artes. Me parece un proceso creativo en toda regla, que no es menos complejo o breve que la pintura.

También podríamos hablar del proceso prévio a la toma fotográfica, existen muchos autores en los que más de un 90% de su proceso creativo es recabar información, realizar llamadas, ... sería el caso por ejemplo de artistas como Taryn Simon, en los que a la belleza de sus imágenes se le añade la redondez del concepto representado, una herencia del arte de los 1970.

Y ya puestos, a veces he oído que la fotografía está más cerca de la escultura que de la pintura, por aquello de que parte del todo y eliminando (encuadrando) nos quedamos con un recorte, despreciando el resto. Esculpir sería como descartar, tanto en la toma como en la edición ...

A vosotros, ¿qué os parece? Pintura y fotografía comparten similitudes, ¿en su proceso? ¿en la construcción de imágenes? ¿en la obra final?

jueves, 20 de septiembre de 2012

El paisaje fragmentario de Alex Dorfsman

La semana pasada, gracias a la lectura del último número de la revista EXIT, dedicado en esta ocasión a la relación entre fotografía y pintura, supe de la obra del fotógrafo mexicano Alex Dorfsman, en concreto de un trabajo que pretende dar al paisaje la importancia que se le restó anteriormente en la pintura, ya que éste fue considerado un género menor hasta el Renacimiento.

Ese trabajo que os comento, llamado Metropolitan, recoge imágenes en vídeo de fragmentos de lienzos de pinturas que se pueden ver en el Metropolitan Museum of New York. La secuencia de imágenes acompañada de una banda sonora que nos ofrece también otro paisaje, esta vez sonoro, pone en evidencia el protagonismo obviado del paisaje en multitud de obras pictóricas.

Un trabajo muy fotográfico, ya que de hecho fotografiar es mirar parcialmente, encuadrar, seleccionar aquello que nos interesa y dejar de lado aquello que no. En esta línea de trabajos podríamos incluir Atlante, el magnífico libro de Luigi Ghirri, una serie de imágenes creadas a partir de fragmentos de mapas. 


El asunto es que echo un vistazo a su web y me maravilla su proyecto This mountain collapsed and became a bridge, una serie de fragmentos de paisaje, que pone de manifiesto ciertas relaciones formales que se repiten constantemente en la naturaleza, algo que conecta con algunas de las ideas que he oido en boca de algún otro fotógrafo, como es el caso de David Jiménez, esa conexión invisible que a veces la fotografía consigue hacer visible. Alex Dorfsman lo explica muy bien en una entrevista que he encontrado en la red y que podéis ver a continuación.


La editorial RM publicará a finales de octubre el libro que recoje este trabajo, yo ya estoy esperando su publicación, tengo ganas de ver esas imágenes jugando en las páginas del libro, como dice el propio Dorfsman, ver esa yustaposición de imágenes y la relación entre lo real y lo artificial.

Alex Dorfsman. This mountain collapsed and became a bridge
Alex Dorfsman. This mountain collapsed and became a bridge
Alex Dorfsman. This mountain collapsed and became a bridge
Alex Dorfsman. This mountain collapsed and became a bridge
Podéis  ver más imágenes de esta serie en su web.

martes, 3 de abril de 2012

El uso del archivo fotográfico en la creación artística

De un tiempo aquí ando detrás de las razones que explican el porqué de la tan alta presencia del archivo fotográfico en la producción artística contemporánea. Ejemplo de dicha abundancia es la cantidad de exposiciones que durante los últimos meses se han podido y pueden visitar en la ciudad de Barcelona.

Iñaki Bonillas. Archivo J.R. Plaza
Hace menos de un año podíamos ver "Històries d'arxiu", la exposición del artista Pere Noguera en la Fundació Antoni Tàpies o "Estilo Indirecto", que pudimos ver en la Fundación Foto Colectania y que mostraba trabajos de diversos artistas en los cuales la imagen de archivo era su materia prima. A esta lista podemos añadir la exposición que mostraba el archivo fotográfico utilizado por el pintor Josep Maria Sert celebrada en Arts Santa Mònica y hace algo más de tiempo pudimos ver en La Virreina Centre de la Imatge, dentro de la muestra "Antifotoperiodismo", el proyecto sobre Kurdistan,  por la reconocida fotoreportera Susan Meiselas.

Pere Noguera. Històries d'arxiu
Actualmente podemos ver exposiciones de los trabajos del artista mexicano Iñaki Bonillas en La Virreina Centre de la Imatge, que hace uso del archivo fotográfico familiar de su abuelo J.R. Plaza, podemos ver también "Refotografiar Barcelona amb Mark Klett" en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona (AFB), trabajos realizados a partir de imágenes de la ciudad que forman parte de los fondos de del AFB. A estas dos se le unen otras más, como "Noch Immer Storm (Still storming)", la exposición que corre a cargo de Peter Piller, un habitual en la reutilización de imágenes, que se puede ver en la Galería ProjecteSD o por último Catalunya Visió en Arts Santa Mònica, que rescata las imágenes publicadas en la revista que llevaba el mismo nombre entre los años 1968 y 1978.

Mark Klett. Panorama de Barcelona a lo largo de 438 años (fragmento)
Pero fuera de Barcelona también se han podido ver recientemente proyectos que hacen uso del archivo fotográfico, como "1944-1991", el proyecto sobre la ocupación soviética de Lituania, obra de Indré Serpytyte, presentado en una de las conferencias del último Festival Emergent Lleida o en Madrid, la exposición en el Museo Centro de Arte Reina Sofía de los archivos de Atlas Group, obra del artista Walid Raad o la gran muestra ATLAS ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?.

Walid Raad. The Atlas Group
Indré Serpytyte 1944 - 1991
Y ésta es una pequeña muestra, hay muchas otras exposiciones, incluso si te acercas a alguna librería surtida puedes encontrarte libros como "Mars", obra de Thomas Ruff, una serie de imágenes muy estéticas que toman como punto de partida los archivos fotográficos de la NASA o a través de la red puedes ver libros como Astronomical de Mishka Henner que también reutiliza imágenes de la agencia espacial norteamericana.

Thomas Ruff. Mars
Mishka Henner. Astronomical
Mishka Henner. Astronomical
En definitiva, no es cuestión de hacer una lista exhaustiva en esta entrada, para ello hay publicaciones completas como el libro "Arte y archivo. 1920-2010. Genealogías, tipologías y discontinuidades" de Anna Maria Guasch, en el que se repasan un gran número de prácticas reutilizadoras de imágenes de archivo.




Ante todo este aluvión de proyectos basados en archivos fotográfcos, uno se plantea el porqué de ello sin dejar de lado el mensaje que de un tiempo para aquí nos llega de algunos "popes" de la fotografía, como son Joan Fontcuberta o Clément Chéroux, que nos invitan a reutilizar las imágenes existentes dado que ya no hay posibilidad de crear nuevas imágenes, un resumen de esta idea se materializó en la gran exposición "From Here On", celebrada durante los pasados "Rencontres de la photographie d'Arles". Un ejemplo de entre el gran número de proyectos expuestos fue el realizado por Pavel Maria Smejkal, que reutilizaba imágenes icono de la historia de la fotografía como puede ser la famosa fotografía del miliciano muerto de Robert Capa.
Pavel Maria Smejkal. Muerte de un miliciano.
La primera idea que nos llega a la cabeza ante tal reutilización de imágenes de archivo es la nostalgia y puede ser una de las razones. El viajar al pasado por aquello de que "cualquier tiempo pasado fue mejor" puede ser un buen motivo dada la crisis actual que nos deja "sin posibilidad de pensar en el futuro". Ya nada es previsible, todo es cambiante; la precariaedad laboral, las relaciones personales menos estables, la cultura del miedo, la lógica del mercado y el hedonismo del consumo, la obsolescencia programada, el fracaso de las utopías de masas son aspectos que nos han agotado las posibilidades de imaginar un futuro.

Por ello nuestra mirada se vuelve a atrás y rescata estas imágenes de archivo, que reutilizadas son un punto de partida para imaginar un futuro, reconstruyendo una nueva historia. En este sentido juegan series como Nijverdal/Hellendoorn de Peter Piller, una selección de imágenes a partir de un archivo anónimo de más de 15.000 negativos, algunos de ellos nunca positivados. Ahora ven la luz en una edición del autor que se apropia del archivo.

Peter Piller. Páginas del libro Nijverdal/Hellendoorn
Esta es la idea que desarrolló y en la que se fundamentaba la muestra "Estilo Indirecto", comisariada por Martí Perán. Estilo indirecto hace alusión a la forma en que se enfrenta el narrador a esas imágenes de archivo, si lo hace bien narrando aquello tal y como sucedió desde el tiempo pasado (estilo directo) o si bien el narrador se adueña de la voz de los personajes, selecciona la información que aportan y reconstruye los hechos de manera subordinada a la posición del propio narrador, a su tiempo, con lo cual las imágenes son ahora dialécticas, en el sentido determinado por Walter Benjamin.
David Maljkovic. Lost Memories from These Days.
De todas formas siendo ésta una opción válida a la hora de explicar la pulsión en el uso del archivo fotográfico en la creación actual, hay otros factores a tener en cuenta, aunque dejaré para el final la que en mi opinión es la razón que ahora mismo más me convence.

Como desarrollé en una entrada anterior en este blog, en febrero, dedicada a los modos de refotografiar, es obvio que emparejar imágenes de tiempos distintos, una realizada por nosotros y otra proveniente de otro archivo, pone de manifiesto por comparación el paso del tiempo y con él los efectos sobre las personas y las cosas. Es por tanto una buena forma de representar el paso del tiempo y la transformación del paisaje entre otros temas.

Ansel Adams /Refotografía de Mark Klett y Byron Wolfe, 2002
Y esta práctica cobra sentido en la medida que existen más localizaciones fotografiadas. Y las refotografías actuales serán fotografías de archivo utilizadas en futuras refotografías y ésta práctica nos permitirá describir los cambios a lo largo del tiempo de un paisaje determinado.

Y aunque ésta última puede ser una razón que explique parcialmente el fenómeno de utilización archivística masiva, podríamos añadir otras razones como puede ser una traslación de lo privado a lo público, a la recuperación de unas imágenes que en otra época formaban parte del archivo familiar, que tan sólo era mostrado a la familia y a aquellos amigos más cercanos. Por alguna razón hemos llegado a una situación en la que la separación entre lo público y lo privado se ha reducido al mínimo, tan sólo hemos de ver cómo la imagen de nuestra vida privada invade la red, prueba de ello pueden ser la colección de "reflectogramas" recopilada por Joan Fontcuberta.

De entre muchos de estos trabajos que he podido ver destacaría el de Paco Gómez que recupera el archivo familiar de Los Modlin, una familia de artistas americanos afincados en Madrid desde los años 70 obsesionados con la fama pero que murieron con ese sueño incumplido de reconocimiento. A partir de estas fotografÌas encontradas, Paco Gómez reconstruye sus vidas de forma obsesiva, buscando su huella en los espacios que habitaron y penetrando en los misteriosos cuadros de Margaret Modlin, haciéndonos partícipes de esa narración.

Paco Gómez. Los Modlin
Paco Gómez. Los Modlin
Otro de esos casos en que archivos familiares traspasan al ámbito de lo público puede ser el de "Infinitamente serio", un libro de Lisbeth Salas que hace uso del archivo familiar del escritor Enrique Vila-Matas.

Lisbeth Salas. Infinítamente serio. (foto: Karla Olvera)
Lisbeth Salas. Infinítamente serio. (foto: Karla Olvera)
Pero sin duda, para mí, lo que explica todo este fenómeno es más sencillo y lo resume perfectamente una frase del mismo Pere Noguera que mencionaba al inicio de la entrada y es la siguiente "Nada muere completamente a la espera de ser leído para otro uso". Es decir, existe una combinación imagen-narrador-tiempo-lector y cualquier combinación puede dar resultados muy distintos, algo así como el efecto Kuleshov, siendo la imagen la misma los significados cambian en función de otros factores.

Y si fotografiar lo asimilamos a conseguir fragmentos de la realidad, éstos pueden provenir bien de nuestra realidad actual o de anteriores y en esta realidad anterior encontramos los archivos fotográficos, de manera que es un espacio más de donde extraer nuestras imágenes que utilizaremos para generar el discurso que queramos compartir.

En este sentido y como anécdota será interesante ver cómo evolucionan nuestras propias imágenes con el paso del tiempo, las imágenes que en su momento fueron meramente documentales ahora pueden ganar un carácter artístico, un ejemplo de ello puede ser lo que expliqué en otra entrada anterior. A veces, las imágenes de archivo tienen una estética que por sí sólas ya mejoran nuestra imagen resultante.

Jens Windolf. Nº 41
Estos han sido unos apuntes que os invito a ampliar pues seguro que habrán muchos motivos más pero sin duda a mí lo que más me aporta es esa facultad de la imagen para ser releída de mil maneras.


sábado, 4 de febrero de 2012

Modos de refotografiar

El miércoles pasado se inauguró la exposición "Refotografiar Barcelona amb Mark Klett", que muestra un encargo del Arxiu Fotogràfic de Barcelona (AFB) al fotógrafo norteamericano para realizar unas panorámicas de la ciudad desde Miramar, además de este encargo se muestran las refotografías realizadas por el grupo de alumnos del taller que realizó en 2010 en Barcelona y todo ello juntamente con las imágenes del fondo del AFB utilizadas para dichas refotografías. Yo diría que se trata de la primera exposición monográfica dedicada a este género fotográfico en nuestro país y entre algunas personas que asistieron había cierto desconocimiento del género, por ello escribo estas líneas explicando un poco qué es la refotografía y de qué manera se nos muestra.

Mark Klett. Panorama de Barcelona a lo largo de 438 años (fragmento)
La refotografía la podemos calificar, de una forma simple, como un género de la fotografía que consiste en repetir una toma prévia desde el mismo punto de vista ("vantage point" para los anglosajones) para captar los cambios producidos por el paso del tiempo. Y para ello básicamente tenemos dos modos de mostrar dichas nuevas tomas o refotografías, lo podemos hacer mediante la disposición en forma de díptico o bien con la superposición de imágenes. Ambos modos son válidos y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes.

El díptico tiene la ventaja de poder apreciar todos los detalles de ámbas tomas de manera muy clara. Entre los muchos trabajos que utilizan esta manera de mostrar los cambios en nuestro entorno, tenemos el de Christopher Rauschenberg documentando el París de Eugène Atget. La serie completa se puede ver en su libro "Paris Changing: Revisiting Eugene Atget's Paris".

Rue des Nonnaines-d’Hyères, 1900, Atget
Rue de Fourcy, 1998,  Christopher Rauschenber
Y del París de Eugène Atget podemos movernos al Nueva York de Berenice Abbott, dos autores unidos también por refotógrafos. En el caso de Nueva York es Douglas Levere el fotógrafo que lleva a cabo esta serie titulada "New York changing" y utiliza también el díptico original/refotografía.

Douglas Levere. New York changing
Otro de estos trabajos que utilizan el díptico pero con una intención distinta a la de apreciar los cambios en el "paisaje" es "Ausencias" de Gustavo Germano, una serie de refotografías que ilustra la desaparición forzada de personas durante la dictadura argentina, nos habla de la memoria de una sociedad, así podemos comprobar que la refotografía nos permite tratar temas diversos, no sólamente el paso del tiempo y las transformaciones en nuestro entorno.

Gustavo Germano. Ausencias
Otro trabajo que se ha hecho muy famoso es "Back to the future", sobretodo por su difusión en las redes sociales es el de Irina Werning, éste también juega con la disposición en dípticos como los anteriores.

Irina Werning. Christoph 1990 & 2011 Berlin Wall 
Esta tipología de refotografía en forma de díptico puede incluso derivar a tríptico, es el caso de "Monumentos viajeros de Barcelona", un proyecto que comencé en 2010 y que documentaba el traslado de ciertos monumentos en Barcelona, en ese caso el tríptico era formado por una foto con el emplazamiento original del monumento, una segunda toma de ese mismo espacio sin el monumento pues había sido ya trasladado y una tercera toma del lugar donde actualmente se encuentra ese monumento. Era una forma de captar los cambios en el paisaje urbano y pensar acerca del porqué de esos traslados, en unos casos por razones urbanísticas, pero en otros casos por razones de orden político enmascaradas como urbanísticas.

Pedro Arroyo. Monumentos viajeros de Barcelona.
El segundo modo de mostrar refotografías del que os hablaba al principio es el de la superposición de imágenes y dentro de esta manera hay diferentes categorías. La superposición de imagen original sobre la imagen actual es una forma que nos remite a la idea de las capas de historia, no sólamente es un recurso formal sino que genera un mayor diálogo entre los dos momentos temporales.

Uno de los primeros autores, si no el primero, en utilizarlo fue Mark Klett. Este autor ha estado documentando los cambios que se han dado en el paisaje americano durante los últimos 25 años a partir de imágenes de los fotografos de las exploraciones americanas realizadas durante el siglo XIX, tales como Timothy O'Sullivan o Alvin Langdon Coburn. En ocasiones lo ha hecho con Byron Wolfe, es el caso de Second View.

Este modo de mostrar refotografías funciona muy bien cuando existen elementos que nos sirvan de referencia, es decir que sea fácilmente interpretable la superposición. Un ejemplo de ello sería la imagen "Lugar del salto peligroso, hoy en día demasiado grande" de Mark Klett & Byron Wolfe 2008, que podemos ver estos días expuesta en la Galería Tagomago de Barcelona en la exposición "Time Studies" de Mark Klett.

Mark Klett & Byron Wolfe. Lugar del salto peligroso, hoy en día demasiado grande.
Y está técnica de superposición se puede multiplicar añadiendo fragmentos de un original o incluso originales adicionales, es el caso de las refotografías del Gran Cañón realizadas por la pareja Klett-Wolfe, en estos casos el formato panorámico facilita la distribución de distintas fotografías originales.

Mark Klett and Byron Wolfe, 2008. Rock formations on the road to Lee's Ferry, AZ.
En la superposición de las fotografías también se puede jugar con la transparencia, de manera que la imagen original aparezca en la imagen actual destacando ciertos elementos de la primera toma, sería el caso de las refotografías de Serguey Larenkov que se centran en fotografías de la II Guerra Mundial.

Sergey Larenkov. June 6, 1944, D-day, Normandy. The landing of US troops on Omaha beach.
En ocasiones las transparencias en la superposición de imágenes proporcionan información que no sería tan fácil de ver con los dípticos, como es el caso de una serie que he dedicado al monumento del general Prim que se encuentra en el Parque de la Ciudadela y que deja de manifiesto una reubicación del monumento.

Pedro Arroyo. Recordando a Prim
Las imágenes vistas hasta ahora mostraban superposiciones realizadas mediante técnicas digitales pero existe otra opción y es refotografiar la fotografía original sujentándola con la mano, existen trabajos que utilizan la superposición manual y resuelven la unión de las fotografías en el momento de la toma, como es el caso del trabajo Altneuland de Amit Sha'a, premiado en el último World Press Photo o de "To lisbon with love" de Jorge Vilanova.

Amit Sha'al. Altneuland
Jorge Vilanova. To Lisbon with love
En la línea de sostener la imagen con la mano tenemos una variación que por primera vez he visto en el trabajo de uno de mis compañeros en "Refotografiar Barcelona amb Mark Klett", se trata de la serie realizada por John Frederick Anderson para esta exposición. Fred ha introducido un elemento nuevo para mostrar la imagen de archivo, un iPad. Éste permite mostrar la imagen original y a su vez el reflejo del espacio actual desde el punto de vista original. Cuando tiene la imagen mostrada en el iPad y reflejada en su pantalla, fotografía ambas, ya tenemos la refotografía por superposición con un grado de transparencia.

John Frederick Anderson. Rambla, 2011. AFB.
En alguna ocasión yo también he jugado con este elemento tecnológico, en mi caso un iphone, y es que a menudo la imagen original no la llevo en papel al lugar de la refotografía sino que con este dispositivo de bolsillo ya tengo suficiente referencia.

Pedro Arroyo. Desaparecida estatua ecuestre del General Franco.
Y si queremos dar un paso más, podemos dejar al espectador la búsqueda del "vantage point" o punto desde el cual el fotógrafo hizo la primera toma, es el caso de las intervenciones del colectivo "Arqueologia del punt de vista" que emplazan en la calle las imágenes de archivo y dejan que aquellos que pasan cerca de éstas intenten encajar la imagen original con el espacio objeto de la refotografía, en este caso además se potencia mucho más el diálogo entre las imágenes y el espacio. Es el caso de proyectos como "Repressió i resistència" o "Runa", en los que el observador debe hacer "arqueología del punto de vista" y averiguar donde se situó el fotógrafo para realizar la toma.
Arqueologia del punt de vista. Repressió i resistència.
Arqueologia del punt de vista.Runa
Aunque tampoco hemos de obsesionarnos con el encaje exacto de la imagen original con nuestra refotografía, en ocasiones no es posible, muchos puntos donde se situaban los fotógrafos anteriormente no son accesibles, es el caso por ejemplo de fotografías realizadas desde puntos en los que se encuentran en la actualidad vías de tránsito de coches o donde se ha construido algún edificio por entonces inexistente. Preparando una de las refotografías para la exposición "Refotografiar Barcelona amb Mark Klett" me topé con este problema. Quería recuperar el espacio de la plaza de Sant Sebastià, que se encontraba situada donde ahora podemos ver el monumento a Antonio López, para ello recurrí a dos imágenes de archivo con puntos de vista diferentes e imposibles de repetir por razones de tráfico, la solución fue hacer encajar las imágenes modificando la perspectiva de ámbas y el resultado nos aproxima a lo que debió ser la plaza de Sant Sebastià por entonces.
Pedro Arroyo. Plaça de Sant Sebastià
Y en esa línea estoy actualmente con un proyecto de refotografía utilizando Google Street View, es obvio que no interesa tanto el encaje de las imágenes como el discurso que se genera al insertar una imagen de archivo en una imagen capturada por el coche de Google.
Pedro Arroyo. Refotografiando Barcelona con Google Street View
Si por el contrario, lo vuestro es la precisión en el encaje de las imágenes podéis utilizar un software de refotografía computacional desarrollado por un grupo de tres investigadores del Massachussets Institute of Technology (MIT), parece ser que éste software fue utilizado por Sergey Larenkov.



Y si queréis más tecnología y os encontráis en Barcelona, podéis echar mano de BCN Visual, la aplicación para iPhone y Android que ha realizado el AFB. Dicha aplicación permite realizar refotografías ya que el smartphone detecta nuestra posición GPS y nos muestra en pantalla la fotografía de archivo que muestra el lugar donde nos encontramos en ese momento, ahora es cuestión de modificar la transparencia de la capa que corresponde a nuestra imagen de archivo y hacer la foto (en iPhone para conseguir el disparo hemos de apretar simultáneamente los botones home y de apagado). Si no queréis que aparezcan los botones del menú ni ningún indicador en pantalla con un sólo toque en la misma éstos desaparecen y la imagen nos queda limpia.

Pedro Arroyo. Imagen realizado con iPhone y BCN Visual
Ahora que ya tenéis unas cuantas opciones disponibles, os animo a que refotografiéis vuestro barrio, vuestra ciudad, vuestra historia familiar, es una buena forma de conocernos y re-conocernos, fotografiándonos y re-fotografiándonos, una práctica muy recomendable.
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