domingo, 7 de abril de 2013

Los trabajos del taller Viaje Sentimental (II): Mónica Sánchez

En la anterior entrada veíamos el trabajo que realizó Marta Sánchez Marco durante el taller Viaje Sentimental impartido por Román Yñán en Meeatings23, hoy veremos el segundo de los trabajos, realizado por Mónica Sánchez Gómez.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
El trabajo de Mónica Sánchez Gómez me recuerda la célebre frase de Pere Noguera "Nada muere completamente a la espera de ser leído para otro uso" y pone de manifiesto las diferentes lecturas que tienen imágenes y textos según el momento en que son vistas o leídos y también de cómo la revisitación de esos archivos permite reconocernos con posterioridad, pues el tiempo nos da la distancia necesaria para vernos como otra persona, de manera objetiva. 

Si en un primer momento el diario que realizó Mónica durante su infancia era una forma de dejar constancia de su día a día, con todo tipo de detalles banales, visto desde la distancia del tiempo, cobran un gran valor, son una herramienta para reconocernos, para ver en qué poníamos nuestra atención. El hecho de añadir páginas de su diario manteniendo la caligrafía original es un recurso muy interesante pues el cambio que se da en la misma a lo largo de los años nos da una idea del paso del tiempo.

Se inicia el libro con un retrato de Mónica que no se puede ver con detalle hasta que no se aparta esa guarda de papel vegetal, el ejercicio del acceso a la memoria. El uso de papel vegetal como guardas del libro hace las veces del velo de la memoria, otro de los recursos que funcionan bien en el libro.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Es muy interesante también ver cómo las fotografías de la infancia juegan con las actuales, y no sólo a nivel formal sino en el contenido, mientras en las de la infancia aparecen varios sujetos, los niños, los padres, siempre acompañados, aunque a veces sea por la sombra del fotógrafo, su padre imagino, en las fotos actuales apenas aparecen personas, si acaso Mónica, incluso ocultando su identidad, ello le da una posición muy objetiva, como de narrador de una historia en la que no participa, posiblemente es esa objetividad de la que hablaba al principio que da la distancia del tiempo.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental XXYY
El libro contiene, como comentaba, hojas del diario original con textos escritos entre los años 1977 a 1980, fotografías del archivo familiar, fotografías realizadas por la propia Mónica volviendo a visitar los lugares donde transcurrió su infancia y una serie de réplicas de objetos que guardaba en su diario original como cromos, dibujos o una pluma.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
En cierta manera y a raíz de ver la fotografía que hace de un columpio me vino a la cabeza "Camera BUFF", el trabajo que realizó Mark Power basándose en la película de igual nombre del director Krzysztof Kieslowski. Power revisita su infancia a través de fotogramas (film stills) extraidos de películas caseras realizadas por su padre y añade fotografías actuales realizadas por el propio Power de los lugares frecuentados en su infancia junto a su padre. En el caso de "Mi Diario" los fotogramas vendría a ser las fotografías del album familiar.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental XXX
Una fotografía en la que se puede ver el diario original que rescató Mónica al comienzo del taller Viaje Sentimental, tiene la portada en skay verde con letras doradas y venía cerrado por una pequeña cerradura con llave. Se podría decir que estaba en el olvido y fue su padre quien por petición de mónica, lo encontró entre sus objetos de la infancia. Finalmente pudo abrirse cuando se encontró la llave de la cerradura.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Y las veces de la cerradura del diario anterior en el libro actual podría ser la goma que rodea el libro a modo de faja vertical.

Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
Mónica Sánchez. Mi Diario. Taller Viaje Sentimental
En definitiva, un taller provoca un redescubrimiento, el diario de la infancia, que a su vez provoca el reconocimiento de su infancia y una revisitación de los espacios que vivió durante la misma, la fotografía como herramienta de reconocimiento de la identidad, uno de los tantos aspectos de los proyectos de diario íntimo.


Mónica Sánchez Gómez (Barcelona, 1970) es arquitecta y realizó el postgrado en ‘Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura’ por la Escuela de Arquitectura de Barcelona (ETSAB). Desde hace doce años es uno de los socios fundadores de Pi4 Arquitectes. Es fotógrafa autodidacta y ha realizado diversos cursos con el fotógrafo Román Yñán de los que han surgido las publicaciones autoeditadas ‘Souvenir’ (2011) y ‘Mi diario’ (2013). Actualmente, presenta su primera exposición ‘Bosques’ del 12 de abril al 30 de mayo de 2013 en el Espai de fotografia Francesc Català-Roca de Barcelona.

miércoles, 3 de abril de 2013

Los trabajos del taller Viaje Sentimental (I): Marta Sánchez Marco

Hace un par de meses recibí un sobre muy especial, en su lado anterior se podía leer un texto en relieve que contenía dos palabras, VIAJE SENTIMENTAL. Este texto corresponde al título del taller que Román Yñán impartió del 13 de noviembre al 18 de diciembre de 2012 en Meeatings23 y el contenido del sobre eran precísamente los trabajos que realizaron los participantes y el propio Román durante dicho taller.

Los trabajos del taller Viaje Sentimental
La primera impresión fue prometedora y más adelante, al ir viendo cada uno de los trabajos, os puedo decir que todos son estupendos. Es evidente que se trata de auténticos diarios íntimos, que hablan de experiencias personales, de las relaciones con nuestros seres queridos, de historias que al fin y al cabo son historias comunes. Y viéndolos todos en conjunto, se pone de manifiesto que acaban conformando un documento sobre cómo nos relacionamos con nuestro entorno más próximo.

Vaya por delante, como apuntaba, que todos los trabajos son fantásticos, pero como no dispongo del tiempo que quisiera me he autoimpuesto una restricción, seleccionar tres trabajos y dedicarles una entrada a cada uno de ellos. 

Los tres son diferentes, tanto en formato como en contenido, uno trata de un viaje a la infancia simbolizado por un globo aerostático que desaparece entre la niebla, un segundo es una relectura de un diario realizado durante la infancia que rescata fotografías de álbum familiar y lo completa con imágenes contemporáneas de los escenarios de la infancia y el tercero vendría a ser un diario en tercera persona proyectado hacia el futuro.

Quiero hablaros hoy del primero de estos tres trabajos, es obra de Marta Sánchez Marco y no tiene título, se planteó como un trabajo a realizar durante el taller pero no deberíamos tomarlo como el formato definitivo, su portada en blanco juega en este sentido.

Lo que más llama la atención es su sencillez, portada en blanco, sin tapas y como decía, sin título. El cosido japonés le da elegancia al conjunto de hojas. La sobriedad viene dada por las pocas imágenes monocromas y por textos manuscritos, que también le dan un carácter más cercano al cuaderno.

Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
La publicación de Marta trata de un viaje interior a la infancia que toma como símbolo la imagen de un globo aerostático. Dicho viaje a la infancia lo hace junto a su hermana melliza Cristina. Las imágenes que ilustran el viaje son el resultado de un viaje con su hermana, éste real, a Hamburgo durante un fin de semana. Ese viaje real significa el punto de partida de un viaje sentimental, Marta relaciona la imagen del globo con la idea de estar acompañada por su hermana. Y ahí comienza un juego, Marta y su hermana Cristina mantuvieron un diálogo a distancia, viven en ciudades distintas, una escribía una frase relacionada con su infancia y la otra respondía con otra sólo conociendo la última palabra de dicha frase y así sucesívamente. De ahí que veamos en la publicación textos en minúsculas y en mayúsculas alternativamente, para dejar patente que existen dos voces.

Aquí tenéis fotografías de las páginas del cuaderno que realizó Marta Sánchez Marco durante el taller Viaje Sentimental.

Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Llama la atención la cantidad de simbología romántica que se puede ver en las imágenes que forman parte del cuaderno. Encontramos la niebla, el sol escondido tras la misma, los árboles despoblados de hojas, todos estos elementos son protagonistas de muchas de las obras de Caspar David Friedrich y cómo no, el globo aerostático, símbolo del viaje que nació durante el siglo XIX, época en que también se desarrolló el romanticismo. 

Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Algo que se repite en muchos de los trabajos de Viaje Sentimental son unos diagramas de círculos donde se representan las relaciones con el entorno de los participantes en el taller, de aquello que configura el mundo personal. 

Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.
Marta Sánchez Marco. Sin título. Taller Viaje Sentimental.

Marta Sánchez Marco (Zaragoza, 1982) es licenciada en Bellas Artes por las Universidades de Salamanca y de Barcelona, está especializada en tipografía y diseño editorial por la escuela Eina y es diplomada en fotografía por el Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya (IEFC). Su formación fotográfica se ha completado con la participación en talleres impartidos por los fotógrafos Ricardo Cases, Román Yñán y Tanit Plana. Actualmente trabaja en Barcelona en el sector del diseño gráfico, en Extra!

miércoles, 27 de marzo de 2013

La belleza de la violencia, el caso de Ori Gersht

¿Puede provocar belleza la violencia? Sé que empezar esta entrada con esta pregunta puede escandalizar a algunos pero surge viendo los audiovisuales que crea el artista israelí Ori Gersht

Ori Gersht, Time After Time, Untitled #09, 2007
Estos días se puede ver una de sus obras, Big Bang, en la exposición "Seducidos por el Arte" en Caixaforum Barcelona. Esta obra muestra un ramo de flores perfectamente dispuesto en un jarrón de cristal, que tras unos segundos de calma y posterior pequeño pitido, a modo de sirena, explota haciéndose añicos. El resultado es un espectáculo para la vista, miles de fragmentos de diferentes colores se entremezclan al salir despedidos del centro. 

Pero, ¿es sólo el espectáculo de colores al que me refiero o además esa acción violenta es bella por sí sola?. Lo que tenemos claro es que la obra ha sido generada por una acción violenta, una detonación de explosivos ocultos entre las flores préviamente congeladas gracias a un baño de nitrógeno. ¿Podríamos decir que esa acción violenta nos ha gustado? ¿Podríamos concretar si ese placer visual ha sido el espectáculo posterior a la explosión o la propia explosión puede agradar al espectador? En este sentido deberían hablar neurólogos porque parece que algo hay, la violencia hace que nuestro cuerpo genere dopamina y esa sustancia proporciona placer, en algunos casos de forma anormal, entonces nos encontramos ante casos patológicos.

En definitiva, sí es posible que la violencia genere un efecto de aceptación de la obra, en forma de placer adicional al que proporciona la "belleza visual".


Podría ser el mismo caso de las fotografías que Harold Edgerton conseguía gracias a la utilización del flash estroboscópico. En dichas fotografías un disparo de un arma atraviesa un objeto y lo hace estallar en pedazos, sería un precedente de otra obra de Gesrht, Pomegranate.

Harold Edgerton.
Harold Edgerton.
Podemos observar que en Pomegranate se une el bodegón clásico de Sánchez Cotán con el disparo de Harold Edgerton.

Bodegón de Sánchez Cotán. c 1600
La tranquilidad en la visión del bodegón, en el que no debería pasar nada al tratarse de una naturaleza muerta, se quiebra por un disparo inesperado que rompe una de las frutas del bodegón. Dos elementos, el bodegón y el disparo, que adopta Gersht de artistas anteriores para el uso en su proceso creativo.


El hecho de que el disparo lo veamos a cámara lenta me recuerda otra famosa escena violenta, quizás la más vista en televisión y que generó otros tantos proyectos artísticos, el asesinato de John F. Kennedy. El uso de la cámara lenta proporciona mayor dramatismo a la escena ¿Otro elemento que Gersht adopta para su obra, la cámara lenta durante el acto violento?



En cine también se ha utilizado el acto violento que genera belleza, un ejemplo sería la escena final de la película Zabriskie Point, obra de Michelangelo Antonioni. En ella tras una explosión salta todo por los aires, creando de nuevo imágenes muy estéticas.



La cuestión es si Gersht usa todos estos elementos existentes con alguna idea preconcebida o si son elementos que simplemente funcionan de forma separada y en su caso por acumulación.

Normalmente no me refiero a las nacionalidades de los artistas pero en este caso al inicio de la entrada lo hacía. Gersht es israelí y es importante para entender su obra, los disparos, las sirenas previas a las explosiones, las propias explosiones, ... toda esa violencia forma parte de su vida, son elementos con los que ha aprendido a vivir, que forman parte de su realidad, la sombra de la guerra de Yom Kipur es uno de los capítulos que más influenciaron en su infancia y eso queda patente en su obra, que en su mayor parte gira en torno al pueblo israelí.

Como resumen, decir que nos encontramos ante un artista que ha sabido integrar elementos anteriores a su obra, que por otro lado es muy autobiográfica, consiguiendo resultados muy plásticos. Nos podemos preguntar si ha ido incorporando a su obra elementos artísticos existentes, ¿donde radica su creatividad? Pues precísamente en la combinación adecuada de esos elementos previos que juegan en favor de su discurso.

sábado, 23 de marzo de 2013

La tesis proyectista de las sensaciones

Desde hace unas semanas estoy leyendo un ensayo sobre la percepción titulado "Sociología de las formas", obra de Arnau Puig, miembro fundador del colectivo Dau al Set. Arnau Puig, filósofo y sociólogo, ha sido y es un gran seguidor de las teorías de Rudolf Arnheim sobre el pensamiento visual y en general sobre las teorías de la percepción de la Gestalt.

Básicamente el ensayo trata sobre los factores que influyen en la percepción, si es sólo un acto físico cuya información pasa al sistema mental o si el hecho de la percepción se hace en una etapa única y en ella intervienen los sentidos y la mente conjuntamente, influyéndose unos sobre otros. Y cuando decimos mente, a ésta podemos añadir la memoria, nuestra experiencia prévia, nuestra cultura, el espacio en el que nos encontramos y muchos otros factores.

Una de las teorías, la de la tesis proyectista de las sensaciones, vendría a decir que vemos lo que queremos ver. Es decir, no sólo percibimos y luego pensamos en aquello que estamos viendo sino que ya en el momento de la percepción nuestra mente se focaliza en determinadas situaciones u objetos de una escena determinada, actuando como un filtro automático e incontrolable.

El mismo Arnau Puig pone como ejemplo para ilustrar esta teoría algunas escenas de la película de Michelangelo Antonioni, Blow Up, una de mis películas preferidas que además ha generado otros proyectos artísticos conceptuales, Blow Up Blow Up, de mano de nuestro Premio Hasselblad, Joan Fontcuberta.

Tres escenas son claves para refrendar esta teoría, la primera se da cuando Thomas, fotógrafo de moda, sale a dar una vuelta con su cámara y en un jardín ve a una pareja, la sigue con su cámara, la fotografía, su percepción es la de estar fotografiando un encuentro amoroso, la soledad de la pareja y el entorno romántico acompañan.

Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
En una segunda escena, la mujer le sorprende y se dirige hacia él para recuperar el carrete que había utilizado, no lo consigue ante la negativa de Thomas.

Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Ya en el tercer momento, y provocado por el hecho de que la mujer insistiera en recuperar las imágenes se despierta un interés en ver las copias para quizás ver con detalle algo que no percibió en el momento de la toma.

Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Realiza las copias en su laboratorio y las observa detenidamente. Ahora, su percepción se ve influida por el episodio con la mujer, hay un interés en encontrar algo más.

Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Thomas  descubre la mirada de la mujer hacia un rincón del jardín, realiza entonces ampliaciones de esa zona de la fotografía y finalmente descubre el perfil de un cuerpo en el suelo, ¿podría tratarse de un cadáver?, ¿podríamos estar ante la escena final de un crimen pasional?

Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
Blow Up. Michelangelo Antonioni. 1966
El asunto es que Thomas fotografía a la pareja porque su percepción está coartada por la tradición de la escena de una pareja enamorada en un jardín, Thomas se convierte en voyeur y no percibe en el momento de la toma la presencia del cadáver. Sin embargo cuando tiene sospechas y se encuentra fuera del entorno del jardín, acaba percibiendo la presencia del muerto.

Buena forma de ilustrar la tesis proyectista de las sensaciones, cierto es que proyectamos nuestra mirada sobre aquello que queremos, dejando a veces de lado otros elementos presentes en la misma. Os recomiendo la película y el libro.
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