Varios amigos aprovechamos uno de nuestros paseos por el barrio de Belem en Lisboa para visitar en el Museu Colecçao Berardo la exposición "German Faces", englobada dentro de PHE10, de la artista neoyorkina Collier Schorr.
Éste es un trabajo que desde hacía semanas me llamaba mucho la atención, ya que leyendo el libro "El tiempo expandido", catálogo de PHE10, vi unas cuantas imágenes del proyecto pero no conseguía relacionarlas pues por un lado veía retratos en blanco y negro de jóvenes vestidos de militares y por otro lado paisajes en color donde las protagonistas eran unas flores, eran imágenes muy diferentes como para que formaran una serie.
Esto tan sólo era un aperitivo, cuando llegé a la sala donde se exponía el trabajo pude comprobar la gran heterogeneidad de las obras que forman parte de la exposición, había fotografías de gran tamaño junto a otras muy pequeñas, collages, textos, proyecciones de vídeo, imágenes sin marco enganchadas directamente a la pared, etc., además la disposición de las mismas en a sala acusaba esta heterogeneidad. Parecía que estuviera más ante una exposición colectiva que ante un trabajo de un único autor. Esto unido a que no había leido el texto de autor del trabajo hizo que durante un buen rato intentara encontrar un sentido a todo aquello que estaba viendo, de entrada no lo tenía claro pero había en esas imágenes algo que me llamaba la atención pero no las acababa de ver como serie por la falta de uniformidad, sin embargo al final sucumbí, seguí viendo la exposición y disfrutando de aquellas imágenes intentando encontrar el hilo conductor que fuera el denominador común de las imágenes, que de esta manera dejara sin importancia la falta de homogeneidad en el formato.
Tras ver la exposición, los amigos que la habíamos visitado entramos en un debate, a unos no les gustó nada, quizás esa heterogeneidad tan acusada les hizo perder de vista lo que el autor nos quiere explicar. Incluso hablamos de si el autor no quería comunicar o documentar nada con sus imágenes, en definitiva que se generó cierta controversia con la visita.
Por mi parte, yo seguí pensando que el autor estaba documentando algo, lo que quizás es demasiado complejo como para hacerlo con una treintena de imágenes, sin embargo tras leer el texto que acompaña la exposición todo queda claro, Schorr quiere documentar la vida en un pequeño pueblo del sur de Alemanía, mostrandonos imágenes de sus habitantes, sus paisajes, ... pero que nos invitan a investigar y a analizar, para mí esto, a igual que piensa Sergio Mah, es lo más importante de este trabajo, no es únicamente un trabajo documental sino que va un poco más lejos.
Dicho esto, tengo que reconocer que antes de ver la exposición detenidamente, no había visto que las flores están separadas de su tallo y sujetas por unos hilos, quizás Schorr quiere que pongamos toda nuestra atención y dedicación en analizar unas imágenes de un "pequeño pueblo" al sur de Alemania con una fuerte herencia de la memoria histórica del nazismo.
© Collier Schorr |
Dicho esto, tengo que reconocer que antes de ver la exposición detenidamente, no había visto que las flores están separadas de su tallo y sujetas por unos hilos, quizás Schorr quiere que pongamos toda nuestra atención y dedicación en analizar unas imágenes de un "pequeño pueblo" al sur de Alemania con una fuerte herencia de la memoria histórica del nazismo.
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