Existen muchos criterios a la hora de clasificar las fotografías, las etiquetas están al orden del día, unos hablan de retratos versus paisajes, otros de fotografía documental versus artística y los hay que diferencian entre imágenes que desarrollan una idea o concepto de otras imágenes en las que las sensaciones y la emotividad son el leit-motiv.
Este último criterio es a menudo motivo de controversia dado que hay una tendencia natural a que las imágenes ilustren un concepto, idea o historia. En el momento en que un fotógrafo se toma la licencia de encadenar imágenes sin ninguna aparente relación, cae la sombra de la duda sobre él, sobre la honestidad de su trabajo. A veces esto es agravado porque en este tipo de proyectos suelen repetirse una serie de elementos y/o estéticas muy características del género, lo cual genera confusión.
Roger Guaus. Imagen de su serie Arrelat |
Muchos de estos proyectos, donde no existe un concepto tras la serie, son los llamados proyectos de diario íntimo, en los que las imágenes lo que hacen es conformar el mundo personal del fotógrafo. Roger Guaus tiene una frase que lo resume perfectamente "fotografío para documentarme a mí". Precisamente si hay un fotógrafo que encaja en esta calificación es sin duda Roger Guaus. Hasta hace unos días estaba exponiendo en Barcelona y cuando unos amigos visitamos su exposición titulada Arrelat en la Galería H2O, se reprodujo lo que os comentaba en el párrafo anterior.
Algunos de los que visitaron la exposición eran muy críticos con las imágenes que allí se veían, en muchos casos la crítica iba dirigida a la imperfección o al carácter amateur que las imágenes podían tener, ya sea por no cumplir algunas reglas compositivas, por incorrecto grado de exposición o el uso intrusivo del flash. Todo esto hizo que se creara esa incomprensión y duda acerca del autor y su obra.
Roger Guaus. Imagen de su serie Arrelat |
Días después de la exposición, Roger Guaus nos visitó en las instalaciones de AtelierRetaguardia para una charla dentro del curso que imparte Israel Ariño. Lo esperábamos con muchas ganas y pusimos los cinco sentidos para que no se nos escapara nada de lo que decía.
Como resumen de su charla puedo deciros que Roger es una persona que se cuestiona contínuamente porqué hace fotos, qué tipo de fotografía hace, desmitifica la imagen del fotógrafo y se plantea también cual es su futuro en el mundo de la fotografía, incluso dejando caer la idea de abandonarla si no puede evolucionar en sus proyectos. Todo ello me parece que parte de una persona con una profunda honestidad, y no tanto una honestidad hacia el público que verá sus imágenes, sino una honestidad hacia sí mismo porque para él fotografiar es una necesidad vital y como tal quiere que esté de acuerdo a sus principios.
Roger Guaus, según sus palabras, fotografía por cuatro razones; por su necesidad de creación, ésta la comparto plenamente, por sus deseos de exhibicionismo, aunque también con muchas preguntas de por qué, como terapia, la fotografía le da sentido a su vida, por su capacidad generadora de una identidad, para canalizar sus fantasías e ilusiones, por ejemplo en sus fotografías están presentes el sexo y la muerte, y por el reconocimiento social, al ser fotógrafo entras en una red social en la que eres alguien. La cuarta razón es para documentarse a si mismo, pero no le interesa las imágenes que ve la gente de él, sino cómo se acerca a los motivos, en su opinión esto es lo que más habla de él.
La forma de trabajar de Guaus es pasiva, excepto en su proyecto de Residencia en Marsella, él se dedica a observar, a dejar que las cosas sucedan y un estado que a veces no es del todo lúcido tomar imágenes de aquello que está aconteciendo a su alrededor, un claro ejemplo es su proyecto de Arles, en el que aparece su colectivo Smoke.
Una de las características de sus proyectos es la masividad de imágenes que forman parte de sus proyectos, de hecho sus series al ser autobiográficas son series inacabadas, que se van alimentando contínuamente de imágenes nuevas. El mismo opina que la masividad de imágenes es algo que da más sentido a su obra. Curioso pero esto le acerca a la obra de autores donde el concepto es casi más importante que las imágenes, podemos tomar por ejemplo el matrimonio Becher y sus innumerables y repetitivas imágenes de depósitos que hacen que su proyecto de archivo cobre sentido. En este caso comprobamos incluso como los extremos de la fotografía coinciden en algún elemento.
Otro dato importante es que Roger Guaus plantea sus proyectos para que el objeto final de su creación sea un libro, que él mismo se edita. Sus libros son una maravilla, sobretodo uno en el que utiliza imágenes de su archivo familiar titulado Unreachable, a ver si lo podemos ver acabado en breve.
Con motivo de su exposición Arrelat, Tanit Plana escribió un texto sobre Roger Guaus que no tiene desperdicio, leedlo atentamente. Y si queréis saber más de la forma de trabajar de Roger Guaus podéis apuntaros a un taller que impartirá dentro de unas semanas, aquí tenéis la información del taller.