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jueves, 2 de septiembre de 2010

Meudon, la imagen misteriosa de André Kertész

El año pasado, documentándome acerca de la obra de André Kertész, para realizar una comparativa entre su obra y la de Henri Cartier-Bresson, me encontré con una imagen que entonces despertó en mí cierta curiosidad. Como en su momento no la utilicé en la comparativa no profundicé demasiado en ella. La imagen de la que hablo es la titulada Meudon y fue tomada por Kertész en 1928 en el barrio parisino que lleva por nombre el mismo de la foto.

Más adelante volví sobre la imagen de Meudon y esta vez encontré dos imágenes muy similares, realizadas en la misma ubicación que la inicial pero con ciertas diferencias de punto de vista y de momento de toma, como puede deducirse de ciertos elementos que aparecen en la escena que  cambian. Buscando un poco de información en la red por lo visto Kertész visitó en un par de ocasiones dicho barrio parisino, lo cual es un tanto curioso pues no se trata de un barrio como Montmartre, que era preferido por los fotógrafos de entonces. Al parecer Meudon era un barrio de paso, camino de Versailles y era raro encontrar artistas en esa zona.

Partiendo de esta rara doble excursión al barrio de Meudon, lo que me llama extraordinariamente la atención es la ausencia de personas en esas dos primeras tomas de la calle, algo raro en la obra de Kertész, al menos en su etapa parisina y que le acerca más a la obra de Eugene Atget que a la suya propia. Es realmente una toma atípica en su obra y más acentuado al ser dos imágenes muy similares del mismo emplazamiento.

André Kertész, Meudon (Paris). 1928

Parece ser que la Leica, recién estrenada por Kertész en el 1928, animaba al multidisparo, a buscar la mejor toma y luego seleccionar en los contactos la imagen definitiva. Aceptemos que estos múltiples disparos fueran cuestión del uso de la Leica y del carrete de película, sin embargo ¿por qué se publicaron estas dos tomas de Meudon? Una cuestión a la que no encuentro respuesta pues en mi opinión la tercera imagen es la que está más en sintonía con el resto de la obra de Kertész. y no veo que estas dos imágenes aporten mucho más a la tercera. Quizás el editor del libro de Kertész "Day of Paris" (1945) le presionó para incluirlas en el mismo.

Portada y páginas del libro "Day of Paris", 1945

Si miramos bien las tres imágenes podemos observar que la segunda y tercera imagen pertenecen al mismo momento mientras la primera parece ser de otro momento, lo cual reafirma la idea de las dos visitas al barrio de Meudon. ¿Por qué dos visitas a un barrio que no era frecuentado habitualmente? Si en el caso de la primera visita es dificil dar con el móvil, quizás si leemos el libro "André Kertész" de Noël Bourcier o "A world history of photography, the story behind the pictures" de Hans-Michael Koetzle, podemos entender el motivo de la segunda visita.

Si bien las dos imágenes sin presencia humana son misteriosas, la tercera que incorpora personas no deja de serlo o incluso si cabe añade más misterio, aunque en esta ocasión venga por la presencia en primer plano de un tipo vestido de negro con sombrero que apenas deja ver sus ojos y que nos mira, cargando con posiblemente un lienzo cubierto con papel de diario que esconde el contenido.

Al parecer este misterioso personaje era el pintor Willi Baumeister, el cual Kertész ya fotografió en casa de Piet Mondrian un par de años antes. Bien podría ser que Kertész planeara una escenificación para un retrato de Baumeister y eligiese ese lugar por alguna razón que desconocemos. Si ese era el objetivo de Kertész también es extraño que no titulara a esta imagen retrato de Willi Baumeister, pero claro entonces toda la atención de la imagen se dirigiría a éste y posiblemente ese no era el objetivo.

En definitiva una imagen llena de incógnitas, agravadas más aún por la presencia de otras imágenes muy similares. En todo caso creo que nos quedaremos con algunas de estas dudas pues quien podría responderlas, lamentablemente, ya no se encuentra entre nosotros.

Meudon en la actualidad, fotograma extraido de un reportaje de la BBC 4

Otra curiosidad que he encontrado al buscar información sobre Meudon es la teoría de que una obra de Giorgio de Chirico tuvo influencia en la obra de Kertész, la verdad que hay cierto parecido pero quizás es buscar demasiado.

Meudon (Kértész) vs Mystère et Mélancolie d'une rue (Giorgio de Chirico, 1914)

sábado, 27 de febrero de 2010

La sombra como recurso narrativo en fotografía

Durante el taller con David Jiménez visionamos muchas imágenes y una de ellas era la que muestro aquí, de Lee Friedlander tomada en las calles de Nueva York en 1966. Lo que David quería explicarnos es la importancia de la utilización del punto de vista a la hora de construir una imagen y de sus implicaciones en su lectura posterior.

En ámbas imágenes, la de Friedlander y la de Navia, la sombra tiene un protagonismo tan evidente que nos desvela el punto de vista del autor y hace ponernos en el lugar de la persona que proyecta la sombra. Digamos que no nos deja al margen de la escena sino que más bien nos hace protagonistas. Es un recurso que funciona muy bien cuando el autor quiere explicar una historia en primera persona.

Tanto en el caso de Friedlander como el de Navia,  ámbas imágenes pertenecen a proyectos muy personales, ambos viajando con su cámara y mostrandonos los escenarios que visitan, Friedlander escoge las calles de New York mientras Navia países de habla portuguesa, en su libro "Pisadas sonámbulas"

Es curioso como cambia la percepción de las cosas según la época en que nos encontramos, mientras en los inicios de la fotografía, la autosombra se consideraba un error fotográfico ahora es un recurso que tenemos y que es utilizado con un objetivo determinado. Para saber un poco más sobre este tema os recomiendo leer "Fautographie, petite histoire de l'erreur photographique" (1) de Clément Chéroux. En este libro podemos observar el uso que muchos autores han hecho de la sombra en autoretratos de manera que aparecieran fotógrafo y máquina en la sombra, algo así como dejar patente que la cámara es parte de su ser, un ejemplo es el de André Kertész, uno de los autores que más han utilizado el recurso de la sombra.

© André Kertész, autoretrato. 1921

Como el libro que cito es el que estoy leyendo ahora mismo me ha llamado mucho la atención durante la visita de ayer a la exposición "Inédita" de Ouka Leele en la Tecla Sala, ver este autoretrato de Ouka Leele, en este caso la sombra de la cámara se proyecta sobre su cara, ¿qué nos quiere transmitir?

© Ouka Leele, autoretrato. 

_______________________________
(1) Existe una versión en español de este libro, publicado por la editorial mexicana Almadia. Más información en http://www.sobrelafotografia.com/2009/11/26/breve-historia-del-error-fotografico-de-clement-cheroux/

martes, 19 de enero de 2010

El surrealismo en la obra de André Kertész y Henri Cartier-Bresson

El año pasado tuve que preparar para la asignatura de historia de la fotografía un estudio comparativo de la obra de André Kertész y Henri Cartier-Bresson, sin duda dos de los autores más destacados de la llamada  fotografía de calle. Después de estudiar detenidamente sus imágenes, llegué a la conclusión de que existe una gran influencia surrealista en las imágenes de ambos.

No se puede dejar de lado la coincidencia en la residencia de los dos fotógrafos en París durante los años del desarrollo de las corrientes del surrealismo y del dadaismo.

Sin embargo no todo son parecidos porque finalmente Kertész se decantó más hacia el ensayo, en buena medida debido a su prohibición de publicar en medios gráficos estadounidenses a causa de su origen húngaro, mientras Cartier-Bresson se dedicó de lleno al fotoreportaje encabezando la creación de la Agencia Magnum.

Como comentaba, la obra de ambos fotógrafos tiene un gran parecido y no sólo por compartir técnica, ambos adoptaron la ligera Leica ideal para la fotografia de calle, y estética, el blanco y negro, sino porque en una parte importante de sus imágenes la influencia surrealista está presente, en gran parte debido al contacto con esta corriente en el París de entonces y como no también por la influencia del propio Kertész sobre Cartier Bresson, recordemos la célebre frase de este último; "Cada vez que André Kertész oprime el obturador, siento el latido de su corazón".

A continuación os muestro una serie de imágenes que corroboran esta influencia surrealista. En la primera de ellas se muestran objetos fuera de contexto, en ambos casos se trata de terrazas parisinas, sin embargo aparecen desiertas de personas, pasan a ser unas cuantas sillas y mesas en medio de la nada.

Ambos fotografiaron a personas mirando a través de un agujero. Los surrealistas tenían atracción por el voyeurismo, por ver qué hace el individuo en la intimidad.
También fotografiaron enamorados besándose en publico, a los surrealistas les gustaban estos momentos en que el individuo dejaba de lado la razón  más aun cuando se daba en un lugar publico.
Y el desnudo ...
O el juego dadaista del cadaver exquisito, elaborando imágenes en las que objetos como barcos o cuadros tienen piernas. En esta pareja de imágenes, la de Kertész parece tener una lectura adicional.
Fotografiaron personas durmiendo, el sueño para los surrealistas era muy importante, era un medio para liberar los pensamientos de la razón.
A continuación os muestro otras imágenes de parecidos entre ambas obras aunque en ellas el componente surrealista no aparece. Una de ellas esta primera en la que ambos autores juegan con las personas y su eco en las caricaturas o anuncios que se muestran en segundo plano.
Otro par de imágenes donde se percibe parecido es cuando ambos congelaban el instante. Es curioso como en ambas imágenes, los personajes están en el aire, un segundo antes o después la imagen no sería la misma. El juego de las sombras de dichos personajes, unos terceros personajes observando la escena, existen muchos paralelismos en este par de imágenes.
En ocasiones juegan con los formas con tonos inversos, como por ejemplo el saltimbanqui de blanco  sobre fondo negro y  el espectador en negro sobre fondo blanco o las mujeres de negro sobre fondo blanco y las cariátides blancas sobre fondo negro. En cierta manera este recurso nos puede recordar a  surrealistas como el belga René Magritte o al canario Oscar Domínguez por la utilización de sus decalcomanías.
En otros casos la influencia pictórica se puede ver como en este caso, más razonable en el caso de Cartier-Bresson pues tenía formación artística previa. Ambas imágenes nos pueden recordar pinturas de Pieter Brueghel.
Para acabar, una influencia vanguardista más, la rusa, en este caso estos planos picados pueden recordar a imágenes de Aleksandr Rodchenko.
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