La obra de Loretta Lux gira en torno a la soledad. Como elemento expresivo utiliza retratos de niños. Con estos retratos nos quiere transmitir ese sentimiento de ausencia de alguien querido. En palabras suyas, “usa los niños como metáfora de un paraíso perdido”. Para elaborar sus imágenes utiliza tanto su formación fotográfica como pictórica uniendo lo mejor de ambas miradas.
La fotógrafa alemana realiza los retratos en estudio, controlando en todo momento la luz y sobretodo porque trabaja con niños, más difíciles de dirigir en exteriores. Los fondos los obtiene a base de fotografías que según dice ella consigue en sus viajes. Posteriormente une ambas tomas, los retratos y los paisajes para completar la imagen resultante, lo cual debe implicar dificultades a la hora de igualar las luces en la postproducción.
Me parece un excelente trabajo, técnicamente perfecto, tanto en cuanto a la toma, ya que maneja la luz muy bien, como a la postproducción, en la que une los retratos de estudio con las imágenes de exteriores de una manera inmejorable.
Consigue transmitirnos la soledad a partir de estos niños solitarios, sin jugar, vestidos de manera sobria y con la mirada perdida en escenarios desolados.
Loretta Lux nació en la ciudad de Dresden en 1969. En 1990 inició sus estudios de pintura en Munich para más adelante cursar estudios de fotografía. En el año 2002 ya se dedicaba profesionalmente y tres años más tarde, el ICP (International Center of Photography) de Nueva York le concedió un premio.
Entre sus fuentes de inspiración podemos citar a fotógrafos tales como August Sander o Julia Margaret Cameron o a pintores tales como Diego Velazquez o Agnolo Bronzino.
Más información en su página web: www.lorettalux.de